Reunir poetas bajo una estética
o estilo particular no es una tarea fácil, dado el volumen de autores que se
encuentran en internet. Sin embargo, es divertido, y te llevas sorpresas. Reseño
hoy cuatro autores, amantes de la literatura y posibles candidatos a la alt lit
en español. “¿Alternativa a la Literatura o Literatura Alternativa?” Es la
pregunta que soltó Arturo Sánchez al reseñar Vomit, la antología de la poesía joven estadounidense, hace algún tiempo. La
pregunta flota en el aire y aún no se contesta. Todos podemos leerla con
sospecha sobre su real valor poético, pero lo que no podemos dejar de hacer es
disfrutarla. ¿Son estos chicos poetas, son más que eso, van más allá o
definitivamente no son más que textos vacíos lo que escriben? Es esta la alternativa
a la literatura, un camino distinto, más fresco. O es la literatura
alternativa, que se aleja de vicios poéticos y quiere simplemente revolucionarse
a través de internet. Claro, en todo esto hay algo de retórica, y han sido los
lectores quienes han dado valor a estos autores, y no la crítica o los premios
literarios. Arturo Sánchez es quien mejor ha reseñado a estos autores. Así que
pensando en eso he seleccionado algunos poetas o "no-poetas" que podrían
interesar a nuevos lectores, y sobre todo a amantes de la literatura. En
español, como debía de ser. Aquí los poetas de nuestra generación.
Alexandra
Espinosa
He tenido el blog de Alexandra (se hace llamar Alunada) en mis favoritos desde hace algunos meses, anónimamente la leí. Curiosamente hace poco nos hicimos amigos en Facebook y allí fue que me enteré que ella es la autora de una poesía fascinante, que logra hacerse reflexiva sin doblegar los versos a que lo sean. Es una poesía muy sensible, y que me gusta mucho. Nació en 1995, vive en la ciudad de Bogotá (Colombia).
La banca de este parque es helada...
los balones de basket hunden el suelo,
pequeñas explosiones de nada, si cierras los ojos
puedes entender las partículas de caucho anaranjado
pegadas al asfalto,
una y otra vez,
como un salto que al desprenderse
deja los pies en el suelo,
pero nadie quiere pensar en eso
porque lo que importa es que estas fuera
que el pesado aire frió
no puede asfixiarte
que tus costillas no están contraídas
los pulmones no se te han llenado de agua.
Esto
Puede ser Harlem
pero aquí
la carne es débil.
Un cable eléctrico atraviesa tu pequeño cielo,
no puede existir nada más frió
que una banca de parque
a las 6:00 am.
nada más blanco que una espalda ciega
que se estremece con los gritos de los
chicos que juegan.
Y no hay nada más inútil
que tratar de entenderlo,
nada más estéril que tratar.
El sol escuece las heridas abiertas.
Tu pecho. Una abeja zumba en tu cara,
la infancia,
cierto tiempo adolescente
en el que se podía sufrir.
Feliz cumpleaños a ti,
los muchachos comienzan a desear la carne,
feliz cumpleaños a ti,
la banca de este parque es helada
igual que tú;
como si no tuvieras sexo,
como si no hubieras comenzado a desear nunca,
feliz cumpleaños a ti.
(golpe en el asfalto)
Los balones de basket se callan,
lo mejor es irse antes de que todo vuelva.
pequeñas explosiones de nada, si cierras los ojos
puedes entender las partículas de caucho anaranjado
pegadas al asfalto,
una y otra vez,
como un salto que al desprenderse
deja los pies en el suelo,
pero nadie quiere pensar en eso
porque lo que importa es que estas fuera
que el pesado aire frió
no puede asfixiarte
que tus costillas no están contraídas
los pulmones no se te han llenado de agua.
Esto
Puede ser Harlem
pero aquí
la carne es débil.
Un cable eléctrico atraviesa tu pequeño cielo,
no puede existir nada más frió
que una banca de parque
a las 6:00 am.
nada más blanco que una espalda ciega
que se estremece con los gritos de los
chicos que juegan.
Y no hay nada más inútil
que tratar de entenderlo,
nada más estéril que tratar.
El sol escuece las heridas abiertas.
Tu pecho. Una abeja zumba en tu cara,
la infancia,
cierto tiempo adolescente
en el que se podía sufrir.
Feliz cumpleaños a ti,
los muchachos comienzan a desear la carne,
feliz cumpleaños a ti,
la banca de este parque es helada
igual que tú;
como si no tuvieras sexo,
como si no hubieras comenzado a desear nunca,
feliz cumpleaños a ti.
(golpe en el asfalto)
Los balones de basket se callan,
lo mejor es irse antes de que todo vuelva.
Augusto
Sonrics
Conocí a Augusto luego de haber
escrito algo sobre la alt lit, él me escribió un mail diciéndome que le gustaba
y que a su vez me enviaba su blog y uno de sus libros en pdf. Augusto tiene una
poesía que me parece absolutamente divertida. Sus poemas están llenos de
referencias a la televisión y las redes sociales. A las formas de vida actual.
Nació en 1992, es mexicano.
los primeros
minutos de el último banquete de los cocodrilos de national geographic
crees que soy joven solía tener más años
hasta que mi mundo se vino abajo
cuando belinda tuiteó algo sobre la ciudad de nueva york
tengo sueños bien raros que podrían ser pesadillas o películas con casi
puras críticas negativas
no sé cuándo nos descarrilamos
tengo rato sin pelear con freud x skype
mi bisabuelo trabajó construyendo las vías férreas del pacífico sur
no me preguntes xq estoy aquí
mi gemelo sin alma es una persona bien buena onda
un consomé con verduras eso es lo que como
digo cosas muy tontas cuando estoy ebrio
pero en estos momentos no estoy ebrio y aun así digo cosas tontas
entonces no sé
dame besos enfrente de un coro de niños adolescentes
una niña acaba de pasar caminando x aquí le dijo a su padre ‘aquí ni lo
pienses’ refiriéndose a la cafetería en la que estoy comiendo
no saben de lo que se pierden
aprendí a escribir poesía mirando televisión en una habitación oscura de
los noventas
Malén
Denis
Esta poeta es sensacional. Su
estilo es muy similar a los de la alt lit, lo que asegura que este estilo de
escribir no es único del movimiento estadounidense, sino que corresponde a un
sentir de esta generación. Sus videos en youtube, sus textos, sus fotografías,
todo es digno de apreciación. En 2009
publicó su libro Con una Ramera de Sonic Youth. Llegué a ella por medio de
Jacob Steinberg quien me la recomendó. Ha aparecido en ciertos blog y páginas,
es una escritora para no perderle la pista. Es de la Argentina y tiene 24 años.
Sobre los sobres
Parte
uno
Tomé
unas resoluciones algo extremas
del otro lado de la pantalla de la computadora viendo fotos
de chicas en espejos de baños
del otro lado de la pantalla de la computadora viendo fotos
de chicas en espejos de baños
Busqué
nombres de peces en Wikipedia y traduje
de un idioma a otro y a otro y a otro
tu nombre para disfrazarte
y colarte en algún lado.
de un idioma a otro y a otro y a otro
tu nombre para disfrazarte
y colarte en algún lado.
Está
siempre el tema del agua y la pecera
en mis sueños
y estás vos siempre de alguna manera
porque estoy esperando una respuesta
como el rollo de fotos de París que todavía no revelé
o ese secreto que jamás le conté a mi terapeuta.
en mis sueños
y estás vos siempre de alguna manera
porque estoy esperando una respuesta
como el rollo de fotos de París que todavía no revelé
o ese secreto que jamás le conté a mi terapeuta.
El otro
día me preguntaba cómo se llama
esa cera suave que se usa para sellar los sobres
los sobres reales, los importantes
me salía ‘lacra’.
esa cera suave que se usa para sellar los sobres
los sobres reales, los importantes
me salía ‘lacra’.
hellomalen.tumblr.com
Jesús
Carmona-Robles
Cuando pienso en este autor
pienso en un estilo muy puro y sincero, en la poesía “no-poesía” que enmarcamos
en nuestra búsqueda. Cuando pienso en él pienso en Tao Lin. Es de todos los
poetas y escritores jóvenes que he leído quien más se acerca a esa forma. Han sido publicados cuatro libros suyos en México, país donde reside.
Nació en 1992. Es capaz de arrancar del solipsismo de su poesía un gran sentido
sobre la juventud. Su lenguaje es directo, firme e histérico. Es crítico con la
vida, es ella su poesía. Es su naturaleza ser escritor, a la manera que lo
explica Barthes en el grado cero de la escritura, es su enfermedad a la manera
en que Bolaño lo pensaba. Llegué a él cuando buscaba unos poemas de Tao Lin y Jordan
Castro.
Sin conocerme estuviste el día en que intenté suicidarme y eso me hace sentir muy bien
Cuando
tenía seis años quise clavarme un cuchillo en el vientre,
el
mango era de madera oscura, siempre estaba helado,
incluso
más que el filo ennegrecido por el óxido,
achatado
por las cebollas y los tomates.
Mi piel
todavía era blanca y creo intentar clavarlo
en el
sitio donde ahora me brota una cicatriz de varicela.
Sentado
en una alta silla de roble,
mis
pies colgaban, y creo haber estado descalzo.
La
inútil punta del cuchillo se hundía en la piel
y
formaba una estrella cuyos picos
eran
los pliegues de mi joven carne.
Faltó
fuerza y sobró tiempo.
Tú
debiste cargar entonces cuatro años
de
calor húmedo, niñeras con dientes feos,
tíos
que hacen caras graciosas
cuando
la foto ilumina la fiesta de cumpleaños.
Debiste,
en ese momento, usar un vestido
azul y
blanco, similar al que tus primas
ensuciaban
de agua de jamaica y catsup,
pero tú
estabas inmaculada y radiante
como el
sol que aun hornea las caras
de la gente que te amó.
de la gente que te amó.
Debiste
entrar a la cocina de mi antigua casa
cobrando
la forma de un momento de lucidez,
es
decir, la forma de un grito de algún niño
que me
llamaba desde la calle para jugar Nintendo.
Hoy te
amo con la fuerza que mis brazos no quisieron tener
para
terminar lo que en ese entonces tuvo que terminar.
Hoy
tengo esa fuerza, y el sol sigue siendo el mismo.
7-8 de
junio del 2014
Coda
Hay dos escritores muy
distintos entre sí a los que quiero hacer referencia. El primero, Enrique
Zamorano, un chico que desde Valladolid maneja el blog laluznoesnuestra.wordpress.com
es un blog que recoge en buena medida algunos hechos culturales, ha sido
publicado por editorial LUMA con su libro La Muerte del Hombre Orquesta (aun no
lo leo).
El segundo es Alberto Sánchez
Galeano. Alberto es un tipo brillante, crítico literario y lector juicioso de
la Alt LIt. Es colombiano, de la ciudad de Cali. Igual que muchos jóvenes a
integrado distintos grupos o colectivos poéticos en su juventud. Manejaba un
blog que por distintas razones ha dejado de actualizar formapolitana.wordpress.com
pero leerlo da una pista del grado de lector que es. A mi modo de ver junto con
Antonio J. Rodríguez y Ernesto Castro es uno de los críticos y lectores de la
cultura que no podemos dejar pasar (también es un tuitero excelente, toda una
celebridad del bajo mundo en Colombia). Puede leérsele en Hermano cerdo. También es traductor.
Su último trabajo fue traer al español a Jarret Kobek, un joven autor,
excelente además, que sin embargo no pertenece al movimiento de la Alt Lit (para
que noten que la alt lit no es lo único que hay en el panorama, pero en este
momento es de lo único que queremos hablar). Alrededor de 2009 la fundación Plenilunio en la ciudad de Cali le abrió el espacio a un par de sus poemas,
comparto uno.
II
Miro hacia la página,
y encuentro una multitud errante,
desabrazada del sentido.
La geografía antes disuelta, plana,
la carne antes de margen,
ha ganado forma,
y se ha unido a la torpe danza
de cuerpos que fingen eclipses,
y se entenebrecen en su mentida órbita de pasos.
Hay una agitación dentro.
Una vida necia que cincela,
un pulso.
Un color que se viste de padre,
y la clausura del alimento.
Hay el trazo que retorna a ser tarde,
columpio destrozado
que reposa en espiral,
siluetas que albergan aguas,
falsas aguas de tiempo que se cierra.
Hay la muchedumbre de signos
que se escapa,
que voltea a verme antes de perderse detrás del umbral,
no para recordarme,
sino para saber a quién olvida.
Le gritaré cuando se aleje,
y seré su nombre.
Miro hacia la página,
y encuentro una multitud errante,
desabrazada del sentido.
La geografía antes disuelta, plana,
la carne antes de margen,
ha ganado forma,
y se ha unido a la torpe danza
de cuerpos que fingen eclipses,
y se entenebrecen en su mentida órbita de pasos.
Hay una agitación dentro.
Una vida necia que cincela,
un pulso.
Un color que se viste de padre,
y la clausura del alimento.
Hay el trazo que retorna a ser tarde,
columpio destrozado
que reposa en espiral,
siluetas que albergan aguas,
falsas aguas de tiempo que se cierra.
Hay la muchedumbre de signos
que se escapa,
que voltea a verme antes de perderse detrás del umbral,
no para recordarme,
sino para saber a quién olvida.
Le gritaré cuando se aleje,
y seré su nombre.
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