martes, 2 de diciembre de 2014

Poesía colombiana: el vacío del exceso



El siguiente texto se propone recoger poetas colombianos, nacidos entre la década de los 80’ y 90’, cuya presencia y obra navegue en internet. También se propone mostrar otras propuestas y formas literarias que han nacido exclusivamente en internet, o, que se ha visto impulsada a través de este. Con lo cual espero encontrar otros autores colombianos con un trabajo similar.     

UNO. Colombia siempre ha sido un país lleno de poesía (poetas, más bien), y ese exceso ha causado un vacío en el que hemos perdido todo sentido. A grandes rasgos no sabemos hoy dónde estamos, ni dónde está la poesía nacional. No hay muchas recopilaciones que ayuden a seguir o estar al tanto de escritores nacidos en los 80’ o 90’. Tampoco hay un estudio crítico de obras o movimientos (debe la crítica literaria salir de las esferas académicas, eso es una necesidad de hoy). Colombia tiene antecedentes admirables, Mito, Piedra y Cielo, Nadaísmo, la generación sin nombre, sin embargo, parece haber cesado cualquier tipo de movimiento. Los poetas están huérfanos. Los canales se han reducido a algunos cuantos talleres que tímidamente se animan a publicar nuevos autores o a programas editoriales universitarios que tratan de hacer una labor de divulgación (nacida más de la burocracia que del interés poético). También hay una serie de concursos cuyo único beneficio, en algunos casos, es el dinero. Un problema: En todos estos espacios no se hace nada distinto a reproducir un convencionalismo poético terrible.

DOS. Lo que hemos visto suceder en países como Estados Unidos (alt lit), España ( posnoventismo), Chile (HALO), México (red de los poetas salvajes), Argentina (algo muy cercano a la alt lit, también llamado posnoventismo) y Venezuela, es una poesía nacida en internet o divulgada a través de este, lejos de los canales institucionales, y eso no lo hemos visto aquí en Colombia. La alt lit, hoy muerta, ha mostrado una nueva forma de hacer literatura. Por mencionar sólo dos figuras de ese movimiento, Steve Roggenbuck y Dorothea Lasky, ambos muy distintos estéticamente, han logrado una gran acogida, tanto que The Paris Review o The New Yorker, han hablado de ello. En este punto cabe la pena hablar de Kenneth Goldsmith, quien es el crítico que está apoyando estos movimientos en internet. De México, escritores como Gerardo Grande o David Meza, están siendo editados en España, ellos son poetas que salen de La red de poetas salvajes. En Chile, Argentina, España y Venezuela, la producción de literatura, su compartir y su presencia son casi que totales en internet (exagero un poquito, pero sí es más alta que la de Colombia). Se aplauden labores como la del poeta Héctor Hernández Montecinos, Luna Miguel o Jacob Steinberg. Perder el tiempo en internet, en muchos sentidos, es lo que debemos hacer para conocer a estos nuevos autores.  

TRES. En Colombia hay páginas como La Raíz Invertida en la que se recogen jóvenes poetas colombianos o latinoamericanos. Hace una labor linda, aunque tristemente sin visión, sus publicaciones son vacías. También hay propuestas interesantes que nacen del Festival Internacional de Poesía de Medellín, uno de los más grandes de Latinoamérica, y de Colombia (aquí hay cuanto festival poético puedan imaginar), autores como David Marín Hincapié o Cindy Martínez, nacidos en los 90’, han sido invitados, sin embargo, los noveles poetas no son fáciles de seguir o leer a profundidad. Esta historia se repite constantemente. Paralelo al Festival de Medellín hay otro festival “clandestino”, El festival alternativo de Medellín, pero sufre las mismas dolencias del primero, en ese sentido no se hace tan alternativo. Sobre poetas de los 80’ y 90’ hay dos antologías, ambas ligadas con México. La primera es una antología llamada Posdata, realizada por Iván Trejo y que fue editada en 2011, esta nació de una revista mexicana de poesía. La segunda es heredera de la primera, Postal de Oleaje, que es una recopilación de autores mexicanos y colombianos (pueden leer el comentario de Darío Rodríguez sobre el libro aquí).

CUATRO. María Gómez, una poeta colombiana que recientemente ha ganado el premio Loewel de poesía, es egresada de la universidad de los Andes. Ha tenido algunas apariciones en los medios; su discurso de graduación  fue publicado en los periódicos, y ha ganado un par de premios más y publicado con buena recepción. Sin embargo a pesar de los reconocimientos nacionales, aún es difícil leerla o seguirla.

CINCO. Lo que se busca es lograr una recopilación de autores, poetas cercanos a esa nueva ola de la poesía y que cumplan con dos condiciones: i) poetas nacidos en los 80’ o 90’. ii) autores cuya obra y presencia pueda ser seguida de cerca, autores con los que podamos tener contacto, autores con una nueva forma de hacer poesía y que no habita los canales convencionales. Hablar de esos Otros poetas, tal vez no-poetas, a ojos de muchos. Alguien podría hablar de otros autores, lo cual agradecería, sin embargo, digamos que internet es el nuevo café, el nuevo lugar de reunión, es allí donde está el debate, donde se pueden seguir la producción, así que será lo único que me interesa (en esta oportunidad). Al respecto Gonzalo Torné hizo un comentario.

SEIS. Pueden escribirme a ddr.andres@hotmail.com los autores que quieran mostrar su trabajo, queremos seguir hablando de esto. Ha sido muy difícil hallar autores con una propuesta fresca y divertida. No piensen en estatus, ni inmortalidad, no habrá mayor reconocimiento que el que pueda dar un lector, tal vez la única ventaja posible será la de tener la oportunidad de leer y conocer a los poetas de esta generación.


Estas son algunas de las propuestas colombianas que pueden seguir para que se integren a la nueva literatura que nace de internet:

Alexandra Espinosa




He tenido el blog de Alexandra (se hace llamar Alunada) en mis favoritos desde hace mucho antes de conocerla, anónimamente la leí. Ella es la autora de una poesía fascinante, que logra hacerse reflexiva sin doblegar al verso a que lo sea. Es una poesía muy sensible. Nació en 1995, vive en la ciudad de Bogotá (Colombia). Fue también finalista del concurso de cuento de La Cueva (2014). Aún no ha publicado ningún libro, sin embargo, ya ha sido recopilada en la antología del festival de poesía de Rosario en Argentina. Su blog es totalmente una obra poética.


Damián Salguero


Damián es uno de los editores de La Silla Renca, su poesía se asemeja a la de los mexicanos de la Red de los poetas Salvajes. Hay un juego con el lenguaje y la metáfora muy bien entramados, en ellos se comparten referencias religiosas o místicas, hay reflexión y cotidianidad. Junto a Damián hay otros autores que vale la pena conocer. Sin embargo, no están en internet, a diferencia de Damián de quien podemos descargar un par de libros de internet. También pueden seguir a La Silla Renca. Podemos descargar aquí Apartado Isabel, uno de sus libros.

Daniela Prado


Nacida en 1995 esta colombiana lleva un Tumblr, Miedo Marino. Sus poemas han sido recogidos en antologías virtuales como las de Tenían Veinte Años y Estaban Locos o New Wave Vomit. También es una participante frecuente en recitales a nivel nacional. Tal vez sea una de las mejores poetas de su edad. Síganla, seguro nos dará algo hermoso más adelante.


Andrés Felipe Uribe Cárdenas



No es precisamente alguien nacido en los 90’, lo hizo en el 1982, pero su poesía y su actividad en la red es tan genial que deberíamos leerlo y conocerlo. Sobre todo porque a la par podemos encontrar otros libros y otros autores. Lo conocí a través de los chicos del burro blog. Esta es la poesía que nace en fanzines y que se ha colado a internet. Pueden seguir a Andrés Felipe en Vimeo, Bandcamp, o en issuu. Su libro Skater Poetry es realmente una genialidad.


(Parte de este texto fue publicado por Carmen G. de la Cueva en la Tribu de Frida, un abrazo para ella por la oportunidad, pueden leerlo aquí). 

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