jueves, 14 de mayo de 2015

Persona



    
 
     Esta persona se siente frustrada. Medita constantemente en el suicidio. Lo ha googleado un par de veces y se ha quedado riendo por horas pensando en lo aliviado que se sentiría si muriera. De su cuarto sólo aprecia una impresora Epson de la que han salido casi todos los libros que tiene, libros descargados de forma ilegal de internet y que se guardan en cajas o se apilan sobre una mesa que cojea. La cama está desordenada y sucia. Su cuarto es poco agradable. Pasa muy poco tiempo allí por esta razón. Frente a la pantalla reproduce un video de pornhub.
     Esta persona se acuesta tarde y se levanta temprano. Unas tres o cuatro horas a lo sumo duerme. No tiene seguro médico. Por esta razón no va a ninguna revisión para controlar su trastorno de sueño que se ve alterado por un consumo excesivo de cafeína. Toma una taza de café cada 40 minutos aproximadamente. Paga el alquiler con el dinero que consigue vendiendo mdma a universitarios que por lo general están inscritos en programas académicos de la facultad de humanidades. Siempre tratan de hacerse amigos de él para conseguir descuentos o alguna pastilla gratis. Así que esta persona se muestra esquiva, callada y seria. Ha llevado esta actitud a todos los planos de su vida. No confía en las otras personas.
     Trabaja mucho para pagar el alquiler. Aunque es relativamente sencillo lo que debe hacer. Lo que le exige su empleo es estar sentado por algunas horas en sitios estratégicos del campus universitario o bares del centro. Aunque le molesta ocupar ese tiempo en una labor que tiene que ver con tratar a otras personas. Es lo único que me molesta, piensa. Suele reflexionar en lo afortunados que son los trabajadores en las fábricas japonesas que carecen totalmente de interacción con otros seres humanos. Se sueña como una especie de máquina humana. Hacer su trabajo, ir y venir, sin complicaciones. Sin tener que pasar por esos molestos momentos en los que otra persona se acerca intentando comenzar una conversación que indudablemende terminará en la petición de un favor.
     Esta persona en lo que realmente quisiera ocupar ese tiempo es en poder sentarse frente a la pantalla o tomar uno de sus libros impresos en papel blanco y dejarse ir.
     Ve en el suicidio una especie de salvación, pero no lo ha intentado aún. Medita sobre este asunto. La conclusión a la que llega es esta: mi familia no tiene cómo pagar un sepelio, morir sería endeudarlos, y ya están demasiado endeudados. Es un acto estúpido morir en este momento. Vivir es en sí misma una forma de economía que le parece triste. No morir es una forma de ocultarse más profunda, de preservar cierto equilibrio. Y acepta este pensamiento como una verdad antes de quedarse dormido. 
     
      

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